El Momento

Puede que haya llegado el momento,

la agonía de un verano

que apenas disfrutamos,

la tímida llegada de un otoño

que ya damos por muerto,

a veces pienso

que al llegar a la cima de una montaña

o de un pensamiento,

sólo nos queda el descenso,

que bajando sin esfuerzo

con cuidado de no caernos

olvidamos la luz de las alturas, todo lo que queda

más allá del alcance de la vista

y de los sueños,

podemos coleccionar fotografías

que inmortalicen los momentos que pasamos

en la cumbre

pero siempre quedarán en el olvido

emociones y sentimientos,

habíamos trazado algún plan

e involucrado a terceros, quisimos alargar

nuestros brazos

y prestar el corazón, estábamos dispuestos

a no bajar la guardia nunca, a predicar

con el ejemplo,

todo era cuestión de perseverar

en el esfuerzo, de volver a alcanzar

los más alto juntos y lanzar gritos de aliento

a quienes abajo quedaron atrapados

por el sueño, todo era cuestión

de mantener como un tatuaje en la piel

las lecciones que aprendimos en la senda

del ascenso,

nuestro error fue dar por hecho

que el tiempo nunca iba a morir

sin haberlo gastado, que ningún idioma

nos iba a engañar

antes de aprenderlo, nuestro error fue creer

que quienes nos prometieron alimentos

exigirían ciega nuestra fe

cuando llegara el momento.

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