Cae la noche

Cae la noche,

se abre un vacío

entre mis manos

y el libro abierto

olvidado en la ventana,

 

por una parcela del alma

pasea el viento

imperturbable

del deseo,

 

el tiempo se pierde veloz

entre el papel amarillo

y el cielo que reposa

justo encima del tejado,

 

como pájaros invisibles

aparecen en la noche

las notas de un piano,

 

para entonces

ya golpearon

los recuerdos,

 

un puño de seda

que hace temblar la boca

de un ser que transita

de la emoción

al desespero,

un ser que suspira,

que sueña despierto

con una verdad

y unos ojos

que la crean.

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